Drew Barrymore habló sobre uno de los momentos más duros de su vida; la infancia. Cuando la actriz tenía sólo nueve años, ya había probado el alcohol, hábito del que su madre tenía conocimiento y permitía, sin embargo, le restringía el consumo de chocolate, por lo que la interprete escondía barras dentro de su armario.
Desde que comenzó la pandemia, Drew incursionó en el mundo de la conducción y, hace poco, estrenó su podcast “Drew´s New”, a través del que habló de los excesos que vivió a muy temprana edad. Cuando tenía 7 años, la actriz dio vida a Gertie en “ET”, película que la dio a conocer mundialmente, pero junto a la fama llegaron malos hábitos.
No es la primera vez que Drew habla de las adicciones que sufrió en la infancia; a los nueve años probó el alcohol, a los 10 años fumó marihuana, y para los 12 ya había consumido cocaína. Todo esto llevó a que, a los 13 ingresara a rehabilitación dos ocasiones. Barrymore tenía 14 años cuando habló por primera vez de sus adicciones, en la revista “People”.
“Iba a clubes y no iba a la escuela y robaba el auto de mi madre y, ya sabes, estaba fuera de control”, reconoció en el podcast.
La madre de Drew –según recuerda- tenía conocimiento de los hábitos de Drew, y aunque le permitía asistir a fiestas y no la reprendía cuando tomaba el auto sin su permiso, había otras cosas que le tenía prohibido llevar a cabo, una de ellas era comer chocolate, pues procuraba que su hija no aumentara de peso, ya que ella era quien, en principio, la llevaba a audicionar.
Sin embargo, la actriz no se abstenía de comer chocolate, sino que lo tomaba de la alacena y lo guardaba en su armario para que su madre no se diera cuenta.
“Metí chocolate en el armario. Todos los demás hábitos estaban a la vista, pero el azúcar era una cosa en el armario”, dijo la actriz de 47 años.
Otro de los recuerdos que compartió Drew fue que, cuando tenía 13 años, su madre decidió internarla en un centro psiquiátrico, en el que vivió diferentes abusos, pues si se negaba a llevar a cabo alguna actividad, ella o cualquier otra de las personas internas, era confinada en una habitación tapizada por colchones blancos, también eran amarrada a una camilla de pies y manos.
Y aunque luego de 30 años de terapia, Drew ha aprendido a perdonar a su madre y entrar de nuevo en comunicación con ella, consideró que hizo de ella un monstruo, pero ahora todo marcha mejor entre ellas, pues también reconoció que está consciente del daño que produjo en su madre, cuando dejó de buscarla y hablar con ella.
“Estoy segura de que vivió con mucha culpa durante años, por haber creado un monstruo, pero luego creo que vivió con mucho dolor porque tampoco le hablaría durante mucho tiempo”, señaló.
Drew que ahora es madre de Frankie y Olive también dijo que ha hablado con sus hijas de todo lo que atravesó: “Le dije a mi propia hija... surgió algo y le dije que no soy tu amiga. Nunca seré tu amiga; soy tu madre Yo tenía una madre que era amiga, y no vamos a hacer eso”.
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