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Lo que debía ser de risas y torpeza taurina en la plaza principal de Cansahcab terminó en un inesperado duelo de reflejos… y alcohol.
En plena charlotada, un valiente (o imprudente) participante notó que otro hombre, conocido en el bajo mundo de las faenas cómicas como “Boni”, blandía un cuchillo en el ruedo. Con más espíritu de héroe que de torero, decidió intervenir para retirarlo del lugar. Pero “Boni”, lejos de soltar el arma y salir por la puerta grande, reaccionó con la rapidez de un toro de lidia… y le asestó un corte en la palma de la mano derecha.
El detalle que no puede pasarse por alto: ambos estaban más “entonados” que un mariachi en plena serenata.
El saldo: una herida en la mano, un agresor en problemas y una charlotada que, sin querer, hizo honor a su nombre.
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